sábado, 5 de abril de 2008

Pasarela Puertollano - Fashion en la noche.

Como lo prometido es deuda, y un día os prometimos hablar un poco de los Pubs de Puertollano, ahí va una breve pero merecida entrada al Pasarela.

El Pasarela es un Pub poco común, que tiene más de discoteca que de Pub, donde no te cobran entrada excepto cuando tienen la visita de algún famoso, y que merece bastante la pena.

Usualmente, en nuestra ruta nocturna, tras cenar en el Bohemios, tomarnos las primeras copas en el Dublín, y un breve paso algunos días por las Botellitas (también conocido como "las Garrafitas"), solemos ir al Pasarela, entre las 2 y las 3 de la mañana.


El ambiente en el local es muy bueno, más bien tirando a Chic. Aún cuando el tamaño del local no es lo desaable para este tipo de Pubs, el local está muy bien decorado, la iluminación es buena y el sonido y la música están a un nivel adecuado.

El personal es amable, las chicas de la barra, aparte de muy monas, te sirven las copas "casi" como tu deseas (pues se quedan sin copas de cristal mas bien prontito), y te ayudan en todo lo que te puedan ayudar. (No penseis mal, es que una vez perdí las llaves)

La calidad de los licores, hasta donde he probado, es buena, es decir, que no te meten garrafón mezclado con Varon Dandy, aunque como he dicho anteriormente, se quedan sin copas grandes demasiado pronto, y entonces empiezan a servir los rones en vasos de tubo, y eso, para algunos sibaritas como un servidor, no resulta del todo agradable.



El único inconveniente es que al ser un local de reducido tamaño, y no llevar del todo bien el conteo del aforo, hay algunas noches que se convierte en un infierno agobiante de personas que no tienen sitio ni para llevarse el vaso a la boca. Ni mucho menos intentar bailar algo. Es por eso por lo que nosotros solemos ir entre las 2 y las 3, ya que a partir de esa hora, parecemos sardinas en lata.

No suele haber altercados de ningún tipo, y en los casos en los que ha habido alguno, son rápidamente solucionados por el personal de seguridad, que en todo momento te trata con el respeto que todo cliente se merece.

Decir que algunas noches cuenta con la presencia de algunos famosillos del mundo de la telebasura, que tanto gustan a la mayoría de los jóvenes de hoy en día. Han pasado por el Pasarela personajes ilustres de Gran Hermano, como por ejemplo Amor, el travelo, el rubio ese de los pelos largos, o las Gemelas Olsen de GH. Todos se han sometido a maratonianas sesiones fotográficas con los asistentes a la fiesta y hasta se dignan a saludar al populacho.



Un saludo al personal del Pasarela y seguid por el buen camino.

viernes, 4 de abril de 2008

El Dublín

Siempre que estás fuera de casa, lejos de tu hogar, tiendes a ir buscándote algo con lo que te sientas a gusto, en paz, y donde estés cómodo para pasar algunos buenos momentos.

Recién llegado a Puertollano, en una noche donde mi novia tenia que trabajar, y cansado ya tras haber visto dos capítulos de Star Trek seguidos, me enfundé en mis vaqueros y una camiseta mona, y me largué a dar una vuelta por el aun semi desconocido pueblo.

El calor del Puertollano de Julio de 2005 era un poco sofocante aun cerca de las once de la noche. Yo usualmente no suelo tener nunca frío, pero calor, desgraciadamente, tengo a todas horas. Bajaba por la calle Real, donde teníamos el piso alquilado, siguiendo la ruta para llegar al paseo San Gregorio que conocía, posiblemente no la más corta, pero la única para no perderme, y giré a la derecha por la calle de la policía, las cruces.

Esa calle desembocaba en una plaza donde convivían pacíficamente varios bares. Me tomé una cerveza rápida en uno llamado “La Mina” que ponía buenos aperitivos, pero como había cenado ya, sólo me tomé la cerveza con un poco de picoteo, y salí buscando otro tipo de ambiente.

Continué recto por la calle Amargura, hasta que llegue a la esquina con la calle Santa Ana. Allí estuve un rato mirando es escaparate de una tienda de informática un tiempo y bajé por esa calle. Al llegar a la mitad de la calle, vi un cartel que ponía “Pub Dublín”. Como estaba barajando la posibilidad de irme a trabajar al Reino Unido, la idea de tomarme algo allí me sedujo.

Al empujar las puertas batientes del local, el ambiente entra por los cinco sentidos. Comenzando por que es uno de los locales más limpios que se pueden llegar a pisar, te extraña el olor que desprende, como si tuviera siempre un ambientador encima de ti, a pesar de la nube de humo que caracteriza a todos los pubs, debido a que se puede fumar en ellos. El local no estaba completamente lleno, pero había la gente suficiente para no hacerme sospechar nada. Las personas que allí se encontraban eran variadas en edad y forma de vestir, lo cual pintaba bien.

Cogí un taburete y me senté tras pedirme un ron con cola. Cómodamente sentado, degusté la copa de licor refrescante con un extraño aperitivo que ofrecían. Unas bandejas con pequeños pasteles de sabores variados salpicaban la barra tímidamente invitando a quienes degustaran su copa a engullir esa pequeña delicia. Así que goloso como nadie que soy, mientras saboreaba el sabor de mi ron con cola, engullía uno de esos pequeños pastelillos deliciosos. Me sentía a gusto allí.


Al poco tiempo de estar allí sentado, el camarero comenzó a repartir unos papeles y bolígrafos. Como yo era nuevo por esas latitudes, le pregunté, y me contestó que se trataba de un bingo que hacían todos los viernes. La primera vez que asistes al bingo regalo te impresiona que en un bar de copas hagan esas cosas los viernes por la noche, pero la verdad es que resulta envolvente el ambiente creado.

Poco tiempo después ya conoces a Pepe, el dueño del Pub y camarero del mismo, que cuida con mimo cada detalle de su negocio, dejando a la hora del café unas bandejas de pastas salpicadas por la barra para que aquellos que se tomen un café o un té a esas horas puedan saciar su gula con una de esas pequeñas pastitas. Son detalles que hacen destacar un Pub sobre otros. Detalles que se tienen con los clientes, sin importar si son asiduos o no, pues al principio yo era de los que comenzaban a ir, siendo objeto de distintas atenciones por parte del mencionado D. José que te hace admirar con el esfuerzo y la dedicación que tiene para su negocio.

Pocos Pub de Puertollano te ponen un plato de frutos secos con las copas que te pidas, y mucho menos bandejas de pasteles.

Poco tiempo después también descubrí que el Dublín daba los partidos de fútbol de pago por visión los sábados y los domingos, y los de la liga de campeones. Huelga decir que yo no soy muy fórofo del fútbol, pero cuando hay un buen partido y no lo puedes ver en casa, o lo vas a ver solo en casa pudiendo verlo en tan buena compañía, pues te pones algo de ropa, y te marchas a tomar algo al Dublín.

Otro aspecto a destacar del Pub Dublín es que el dueño, es decir, Pepe, siempre está dispuesto a ofrecerte la posibilidad de estar más cómodo en su Pub. Que quieres ver el partido del Barcelona, pues te lo pone. Que quieres ver al Madrid, pues también te lo pone. A mi me ha llegado a veces a poner partidos del Recreativo de Huelva , que por estas latitudes no es ni siquiera bien conocido. Sin ir más lejos, en el Dublín hemos llegado a ver en Directo la final de la SuperBowl o el Wrestlemania XXIV , ambos eventos ofrecidos por Digital plus en pago por visión, pero que los hemos podido ver en el Pub.


Desde hace casi 3 años suelo arrastrarme por el Dublín los días en que decido salir, para tomarme normalmente las primeras copas allí, en un cálido ambiente, cómodo, donde uno se siente a gusto con un buen licor entre las manos y algo que llevarse a la boca. Y es que cuando uno se siente como en casa, no necesita ni siquiera tener ganas de salir para tomarse una copa allí.

jueves, 3 de abril de 2008

Los cinco sentidos del Bohemios



Como anteriormente hemos comentado, voy a comenzar relatando la ruta nocturna que usualmente solemos hacer los impresentables que escribimos este Blog. Decir que pocas veces los turnos nos permiten salir todos juntos (Menos mal, si no tendríamos que hacer horas extras para pagar los alquileres de los pisos), pero que se compensa cuando, usualmente una vez al mes, nos reunimos todos para salir. Durante los fines de semana que no nos podemos reunir, siempre encontramos a alguien más, o importamos amiguetes, como los colegas del pueblo de Makay.

Nuestra ruta estilo comienza en el Bohemios, un pequeño restaurante situado en la calle puerto, donde debes reservar mesa con antelación pues posiblemente no tengan ninguna cuando llegues.

El local esta débilmente iluminado, con velas en las mesas, una decoración espléndida a base de carteles de la época Bohemia de la París de principios del siglo XX. Recuerda mucho a los cafés parisinos de aquella época, por donde arrastraron sus huesos gente como Dalí, Picasso o Hemingway, entre otros.



Pasar frente al Bohemios es comenzar a dar gusto a tus sentidos. Nada más entrar en la calle Puerto, te inunda el olor al horno del restaurante, donde posiblemente se este haciendo la Pizza, el Burrito o cualquiera de las delicias culinarias que este local ofrece a sus visitantes. Así pues, tras haber satisfecho con creces el sentido del olfato, al entrar, empiezas a satisfacer el sentido de la vista. La oscura iluminación, la decoración de las paredes, techo, sillas. Las velas en las mesas, el color de la barra, con su aspecto de madera tosca y antigua. Toda esta amalgama de colores, sutiles tonalidades y carteles de época entra por tus retinas satisfaciendo con creces el sentido de la vista.

Cuando estas ya sentado en la mesa que previamente tienes reservada, comienzas a satisfacer tu sentido del oído. El Bohemios es un restaurante donde te dan de comer mientras escuchas buena música. Temas de U2, Rolling Stones, R.E.M., Led Zeppelin, etc.… son algunas de las muestras que Bohemios nos ofrece mientras cenamos, sin entrar en chorradas comerciales de moda que te ponen en otros locales. Nada de Chiki Chiki, ni cosas por el estilo. Buena música.

Pero el momento de satisfacer el sentido que nos ha traído aquí llega cuando te traen la carta. Como el perro de Paulov solemos salivar mientras pensamos en el Burrito de Pollo o Atún, las Pizzas, la carne, etc.… que Bohemios puede ofrecernos. Toda esta cocina está hecha en un horno que inunda el local con su olor característico. Pero no solo de comida vive el hombre, y todo ello regado con una exquisita cerveza, o vinos variados. Pero lo mejor está por llegar. Bohemios te puede ofrecer uno de los mejores, si no el mejor, Mojito de Puertollano. Hecho a mano, delante de ti, y con hierbabuena de verdad, no sucedáneos comerciales. Sin duda, el gusto es el sentido más beneficiado en el Bohemios.



El personal es muy amable y simpático, con su característico acento argentino, y te ayuda en todo lo que puede. Suelen acomodarte rápido si no tienes reserva y se preocupan por que estés lo más a gusto posible.

Sin duda el único sentido que no disfruta del todo en el Bohemios es el tacto. Su reducido espacio no permite meter sillas demasiado cómodas, y aunque la distribución es buena, cuando están todas las mesas llenas resulta un poco agobiante. Aunque más de uno piensa en la ampliación del local, yo no soy partidario de la misma, pues se pierde parte del encanto de un lugar emblemático.

Un saludo a la gente del Bohemios, y vayan preparándome un Burrito de Pollo para esta noche….